Un perfil necesario: María Elena Toro Ossa, hija natal de Belén de Umbría Risaralda, pero antioqueña por derecho de posesión a donde llegó cuando aún era una niña de dos años 
Su trasegar por la vida la ha llevado a diversos escenarios, para terminar convertida en una profesional de un saber muy a la posmoderna; administradora de empresas y emprendedora independiente, dentro de ese paradigma de la economía neoliberal que convierte a quien lo sabe hacer en dueño de sus propias capacidades.
Sus aventuras comerciales le dan el sustento en un mundo agresivamente competitivo; pero de lo que pretendo dejar constancia en este comentario es de su obra como escritora; una mujer que, no obstante, interactúa en un mundo competitivo y excluyente, paradójicamente esta dama de los ensueños y la poesía ha terminado aportando al mundo desde la metáfora qué tanto necesitan pueblos y ciudades para matizar la debacle social en transcurre la vida de sociedades posmodernas.

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Digamos entonces que, puesto que se trata de intentar otra variante de la pedagogía infantil, con la que intenta recrear esas situaciones de la vida cotidiana y recurriendo a la imaginación da vida y convierte en personajes elementos de la cotidianidad de los niños y al mismo tiempo recurre al artificio de la narrativa para intentar formar en valores mediante el argumento del cuento infantil.
Las civilizaciones de todos los tiempos desde la más remota antigüedad, incluyendo aquellas que apenas presienten las historias del hombre, por encontrarse escondidas en los recovecos de la prehistoria; sutilmente perceptible por sus huellas simbólicas inscritas en las rocas de antiguas cavernas, donde habitó aquel hombre erguido, se alimentaron del pensamiento mágico del mito; los mitos han sido la inspiración viva de todo lo que haya podido surgir de las reconditeces de la mente humana. No sería exagerado decir que el mito es la entrada secreta por la cual las inagotables energías del cosmos se vierten en las manifestaciones culturales. Las religiones, las filosofías, las artes, las formas sociales del hombre primitivo e histórico, los primeros descubrimientos científicos y tecnológicos, las propias visiones que atormentan el sueño, emanan del fundamental anillo mágico del mito, tal como sabiamente lo propone en sus obras  el gran mitólogo americano Joseph Campbell:

 “Lo asombroso es que lo que conmueve e inspira los centros creadores profundos, reside en el más sencillo cuento infantil, como el sabor del océano está contenido en una gota y todo el misterio de la vida en el huevo de una pulga. Porque los símbolos de la mitología no son fabricados, no pueden encargarse, inventarse o suprimirse permanentemente. Son productos espontáneos de la psique y cada uno lleva dentro de sí mismo, intacta, la fuerza germinal de su fuente”.
Joseph Campbell  psico-analista, mitólogo y escritor americano.

Villabrado Luis Duque Villegas
Escritor y Periodista